Estos zorros han dejado a un lado la astucia y la desconfianza que los caracteriza para acercarse hasta una casa a pedir comida. No te pierdas sus caras.
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Esta escena es, cuanto menos, inusual. Si bien es cierto
que no es la primera vez que el zorro merodea por jardines e incluso llega a la puerta de alguna casa,
que lo haga un grupo de ocho… no es nada habitual.
Se trata de uno de los
principales depredadores de otras especies salvajes y domésticas, lo que lo
convierte en la pesadilla de los pueblos hay que admitir, no obstante, que la
escena además de curiosa es de
lo más tierna.
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